NOTA: post recuperado de mi colaboración con el twitter @Espaciolesbia (2012). Este artículo es de mi autoría. LINK PESTAÑA SOBRE LESBIANISMO
[4 post agrupados como "Género como gramática y su transgresión"]
La masculinidad en lesbianas suele ser una marca semejante a la feminidad en gays, no sólo por tener un algo del otro sexo o género, sino por lo que ello implica.
<< Chicas masculinas es una paradoja para la observación >> y de este enunciado podemos aclarar al menos dos puntos y una estrategia queer.
Primero, sobre la observación, una paradoja se nos presenta a la vista como algo ilógico, ser y no ser al mismo tiempo; acaso la contradicción de dos opuestas juntas (ser chica y la masculinidad en este caso).
Sin embargo, debemos aceptar que, cuando observamos, la realidad es tal cual y la contradicción sólo puede estar en nuestro marco interpretativo. Creemos ver, nuestro conocimiento cree discernir con la vista; pero la visión retorna hacia nosotrxs mostrándonos una contradicción que sólo puede partir en quien mira. O bien nos equivocamos, o bien vemos algo que no existe.
Observar implica discernir cosas a partir de nuestra manera de conocer, de modo que en realidad las paradojas nos hablan más de quien observa que de lo observado. Rompen con el sentido común del que partimos, cuando la evidencia nos muestra con crudeza que carecemos de verdades sino de interpretaciones.
Por tanto, algunas personas al leer este post habrán tenido una impresión de paradoja desde el principio, de contradicción al hablar de chicas y de masculinidad; para otras personas esta aparente contradicción forma parte de su sentido común y poco o nada pudiera sorprenderles.
Segundo, sobre la paradoja en la práctica del género; si ser femenina corresponde a chicas y ser masculino a chicos, ¿cómo pueden confluir ambas en una sola persona? Así, chicas masculinas muestra al observador 1) que su interpretación sobre dos géneros opuestos es falsa, 2) que la masculinidad no es exclusiva de hombres. El marco interpretativo crea visiones tan falsas que pueden verse los dos géneros a la vez.
Por cierto, la parodia (imitar con cierta ironía) es una de las principales estrategias de activismo queer. Dado que no podemos elegir las normas o prácticas de género que nos anteceden y constituyen, sí podemos al menos durante nuestra puesta en escena (como actores/actrices sociales) retorcer estas creencias/normas/prácticas sobre sí mismas para obligar a observadorxs a falsar su marco interpretativo.
Ser masculino no es propiedad ni rasgo natural de hombres, tampoco de lesbianas; no es propiedad de nadie sino una puesta en escena, un juego de impresiones.
Resumiendo, << chicas masculinas es una paradoja para la observación >>, ya que insta a quien observa a valorar que, o bien ve algo irreal, o bien su marco interpretativo es falso; de este modo el género es parodiado mostrando su propia falsedad.
Sin embargo, recuérdese que cambiar las creencias sobre unx mismx y nuestra relación con el mundo es lento y doloroso; también para quien observa.
NOTA: post recuperado de mi colaboración con el twitter @Espaciolesbia (febrero 2012). Este artículo es de mi autoría. LINK PESTAÑA SOBRE LESBIANISMO
Trilogía:
multiplicidades en el lesbianismo
Discurso queer (3/3):
productos de la multiplicidad lésbica
Expuestala constitución de la identidad lésbica y su papel como estrategia demultiplicación paródica de géneros, podemos asumir que el lesbianismo
amplía las posibilidades de las mujeres; pero no es suficiente para liberarlas
del discurso conservador, la definición normativa o excluyente de la mujer.
Existe
el peligro (muy importante) de re-construir la identidad lésbica hasta tal
punto que se convierta en una prisión similar a la ideología de la que
supuestamente libera. Esta ideología conservadora pone en juego numerosas
estrategias para someter a la naciente identidad subversiva, trampas de todo
tipo; que pueden acabar normalizando la identidad lesbiana y domesticarla
dentro del juego de relaciones de poder.
No
hablaremos aquí sobre estos juegos de domesticación, sencillamente aclaremos
que existe el riesgo. Por esa razón, hay que jugar de prisa, generar más
identidades: ¿Qué ocurriría si entraran 5, 10, 20 o 100 identidades más en
juego?: según se predice, poco a poco qué
es ser mujer y la ideología que lo sustenta perderían fuerza. Poco a poco
estas relaciones simbólicas entre la biología y las dos categorías de género,
así como las relaciones entre ambas y la orientación del deseo, empezarían a
perder sentido. De hecho, teóricamente se prevé que esta multiplicidad de
alternativas acabaría disolviendo la mismísima noción biológica de la mujer.
Por
tanto, sólo si estamos atentas podemos ver y aprender de la multiplicidad del
lesbianismo: los discursos que emergen de la interacción a lo local
y de lo local al discurso público como alternativas viables, “más identidades
como vías de exploración; en la de-re-construcción
de sí misma y la libertad”.
Concluyamos
con un ejemplo de multiplicidad lésbica, una praxis entre tanta trilogía
teórica. Por mi parte, entendería el siguiente caso como la multiplicidad a
nivel de interacción que confluye en un grupo a nivel local, vertiéndose sobre
el discurso público pero alimentándose a su vez de éste:
BiBoBdsm (tw) es un grupo BDSM que
surgió
de un reencuentro en 2009, ante la idea de hacer una fiesta BdSm sólo para
mujeres; “movido por el interés de dinamizar a las mujeres interesadas en BdSm”
(por cierto, algunas vertientes del BDSM son: bondage, sumisión, dominación,
masoquismo, sadismo, fetichismo y golfas/kinkies).
Por tanto, de las interacciones iniciales surgió un grupo local, que influye y es influido
por el resto de contexto social.
En ese blog, entre
sus páginas Concepto
y Nosotras aparece
mencionada la multiplicidad mediante todas las siguientes identidades: bollera,
mujer, amas, curiosas, bois, heteroflexibles, fetichistas, sumisas en préstamo,
swingers, “transgénero MaH (dragkings y otros) y ALGUNAS HaM
acreditadamente bolleras y respetuosas (pollas, no)”, bio-mujeres, no-biomujeres,
femmes, camioneras, butces,
transgénero hombre a mujer, travesti femenina Hombre a Mujer, lesbiana,
bisexual, trifásicas, bicuriosas, queer y trans.
Me pregunto: ¿debiéramos entenderlo como la
multiplicidad de lo femenino atraído hacia lo femenino?, una espiral que acaba
rompiendo con el estereotipo mujer (como género y como biología) y rompiendo
con los límites mismos de la feminidad.
Discurso queer (2/3):
la estrategia de multiplicación paródica
Una
vez introducida la constitución de la identidad lésbica, ¿qué puede
hacerse entonces para disolver la polaridad de género (hombre-mujer), si
estamos constituidos a partir de ella?, dicho así pareciera que cualquier
re-construcción de la identidad está condenada a confirmar tan conservadora
dicotomía.
En
realidad, la constitución de la identidad lésbica, al emerger en el discurso
social como género alternativo, implica una oportunidad para DE-construir la identidad mujer y RE-construirla hacia otros significados.
Implica
una identidad de resistencia, disponer
de referentes distintos, alternativos, en nuestra búsqueda de ser una misma. Además, irónicamente,
quienes se exploran a través de la identidad lésbica no actúan transformándose
sólo a sí mismas, sino que re-construyen el propio significado de lesbianismo,
en un continuo cambio del discurso social.
Por
tanto, ya no hablaríamos sólo de la dicotomía ser hombre o mujer, sino que emerge otro referente; otra identidad
que socava y diluye el monopolio sobre los estereotipos ser mujer o ser hombre.
Como
dije en un viejo blog: << Estamos
fisiológica, psíquica y socialmente constituidos a partir de las relaciones de
poder de género; como un actor en escena, de modo que no podemos "pensar
desde fuera del escenario", sino regular nuestra actividad a partir de él
>>. La identidad lésbica se opone a estas relaciones de poder
diluyendo la dicotomía, vertiendo nuevos roles y escenarios, con los que cada
cual puede regular su propia vida, construir su libertad.
En
conclusión, a través del lesbianismo la identidad mujer se multiplica en más
posibilidades, más identidades como vías de exploración; en la de-re-construcción de sí misma y la libertad.
Todo
esto pueden parecer palabras frívolas carentes de interés práctico, para
quienes ya hemos salido del armario y lo entendemos como una faceta más de
nuestra identidad o vida, otra más. Pero olvidaríamos que no es así en la
mayoría del mundo y no era así hace tan sólo unas décadas.
Frivolidad
a un lado, recuérdese que este proceso de-re-constructivo
es doloroso y demasiada gente desfallece por el camino. Este tema gira en torno
a la exclusión y al sufrimiento que produce, así como reflexionar en cuáles son
las estrategias más válidas para que desaparezca a largo plazo, sin que la
exclusión adquiera nuevas formas.
Hablamos
de una estrategia de cambio social y personal, la multiplicación paródica de identidades.
Discurso queer (1/3):
constitución de la identidad lésbica.
Un
poquito hoy sobre discurso queer y la constitución de la identidad lésbica. Para
empezar, hay quien pudiera considerar que la identidad lésbica es subversiva
para con la polaridad hombre-mujer, una identidad de género distinta (que
disuelve con ello parte la ideología que sustenta el estereotipo conservador
sobre qué es una mujer) y debemos reconocer que es en parte cierto, pero no es suficiente.
¿Por
qué? Porque esta ideología conservadora pretende crear relaciones entre el
género mujer (del todo socialmente construido) y la biología que se le atribuye.
Más lejos, según estudios de Foucault, Butler
y compañía, el sexo biológico es otra construcción social, ya que se ajusta
mejor a esta noción que a la más rigurosa biología; por ejemplo, no existe
ninguna definición operativa para asegurar quién es mujer y quien no, así como
los criterios para hacerlo van cambiando a lo largo de la historia. ¿Acaso no
es demasiada casualidad que haya precisamente dos géneros y dos sexos?,
semejante fondo sólo puede sugerir la oculta intención de relacionarlos.
De
ahí, hablar de orientación sexual no lo subvierte realmente; quizás en un
principio, pero esta ideología conservadora también se adapta. Ser lesbiana
presupone 1) la existencia biológica de la mujer y, a partir de ella, 2) una
orientación sexual hacia el género mujeres.
En
este sentido, podemos entender que ser lesbiana es una identidad de género por
sí misma; a partir de la suposición qué
es mujer, pero transgrediendo algunos de sus fundamentos ideológicos,
especialmente aspectos sexuales del estereotipo
mujer.
Ya sabemos del movimiento
de osos, una subcultura gay que surgió hace unas décadas en EEUU, como
alternativa dentro de la comunidad gay. Un movimiento del que formo parte (soy
chaser, chico delgado al que le
gustan los osos) y que se ha extendido rápidamente como la pólvora. Año tras
año, se ha hecho hueco no sólo en la subcultura gay, sino también en la cultura
general; en distintos
países, ciudades
españolas y el ciberespacio.
He entrevistado a Judith Samper, una artista clave en el
movimiento de osas/úrsulas, quien nos asegura que muchas mujeres de su entorno
estaban cansadas del ambiente y estereotipos lésbicos y bromeaban en simpatía
con el movimiento de osos. Entonces ocurrió que Judith encendió la mecha al
crear una red social de osas lesbianas, a partir de la cual sondeo opiniones y
escribió un artículo.
Úrsula es el
femenino del latín urso (oso), y cada
vez más mujeres empiezan a referirse a osas como lesbianas robustas, obesas y tiernas. Encuentran en la subcultura
de osos inspiración para subvertir tales estereotipos de lesbianismo y
feminidad, con orgullo y espacio propio. En este sentido, parece que los osos y
su movimiento tienen ahora hermanas.
Judith quedó sorprendida por el inesperado éxito, contactaba
con chicas de toda España y nacía así un movimiento aún por definirse.
Actualmente se plantean volver a tener presencia en el próximo Orgullo,
organizar quedadas (similares a las de Madbear) y apoyarse en el
movimiento de osos mientras crecen. Ya existe un bar por Madrid con
ambientación úrsula y unas chicas por Valencia se plantean si abrir otro.
(Fuente: Movimiento
de osas en el Orgullo 2010, Lanzarote (España).
(Fuente: Movimiento
de osas en el Orgullo 2011, Lanzarote (España).
Judith también diseñó la bandera osa/úrsula, basada en la de
osos pero matizando con colores morados y rosa, símbolos de la mujer.
A partir del sondeo, definió algunas categorías
de Úrsulas, “personas que no suelen encajar
en otros grupos de lesbianas más comunes”:
·Mujer Úrsula: robusta,
a veces obesa, que se caracteriza por su ternura. Suele vestir vaqueros y
camisetas o camisas, y tiene potenciado su lado masculino.
·Panda. Mujer
rellenita que viste de forma andrógina. Suele llevar camisetas de corte más o
menos femenino y vaqueros o pantalones anchos. Se les apellida panda porque no
tiene todas las características ursinas, y porque sus dos colores, blanco y
negro, se prestan para hacer una analogía con la ambigüedad.
·Amazona. Suele
tener unos cuantos kilos de más, pero eso no la hace renunciar a su feminidad; se
siente a gusto con su cuerpo y lo demuestra.
Suele vestir ropa ajustada, ya sean pantalones o vestidos.
·Artemisa. Físicamente,
no tiene por qué tener aspecto de Úrsula, pero le gusta su filosofía y su
estilo de vida. Se siente atraída por las Úrsulas. Va en busca de ellas como la
diosa Artemisa, que era loada por sus habilidades para la caza.
·Koala. Son
osas adultas, pero de complexión menuda, pequeñitas y rechonchas como un koala
al que dan ganas de abrazar.
·Nanny. Úrsula
madurita, de edad avanzada.
·Haribó. Chica
joven, dulce, inocente, con un interior por descubrir, como los ositos de
gominola Haribó.
·Dry. La osa seca,
rígida y masculina, con aspecto serio, casi militar.
Entiéndanse como expresiones (nos advierte Judith), que
necesariamente cambiarán con el tiempo. Las Úrsulas son “mujeres que no
responden al estereotipo de ultrafeminidad… que les interesa más sentirse a
gusto consigo mismas que encajar en
el modelo”, de modo que suelen identificarse con el movimiento de sus hermanos los
osos.
En el movimiento de osos también se usan ciertas categorías/identidades
como jerga, pero éstas no están tan bien definidas. Suele gustarme la siguiente
ilustración al respecto:
(Fuente: www.bearwww.com)
Ahora emparentados, los osos tendrán que dejar de asumir
que sólo hay chicos en la familia.
La red social de Úrsulas
cuenta ya con 209 miembros. Incluye chat, foro, posteo en blog, fotos, videos y
se organiza en grupos; fácil de seguir mediante un listado de actividad. Su página
de Facebook cuenta ya con 3.955 “me gusta”, habiéndose incrementado con más
de 2.000 en los últimos 10 meses.
Hace medio año afrontaron sus primeras dificultades técnicas
debido a la creciente cantidad de miembros y su coste de mantenimiento. La web estuvo
cerrada un año, pero por el momento esperan poder pagar el mantenimiento de la
web mediante una Tienda online de camisetas
y chapas LGTB (y de osxs).
Irónicamente, afirman, ser osa es una identidad de la que
escapar de estereotipos y categorías; una forma de reivindicar ser una misma.
Finalmente, si notas que todo esto quizás vaya contigo, ser osa
o su movimiento, como bromeaban los osos en la página
de Facebook: rompe tus armarios y sal
de la cueva.