DESCODIFICADOR #QUEER
(En tributo al blog El
Descodificador, de Javier Pérez de Albéniz. @descodificador)
Mark Simpson
nos sorprendió en 1994 con su artículo “Here Come the
Mirror Men: Why The Future is Metrosexual”, en cuyo análisis de las
masculinidades emergentes acuñó el término metrosexual.
Hace pocos días (martes 10-6-1014) nos volvió a sorprender con otro
artículo, “The
metrosexual is dead. Long live the 'spornosexual'”. En éste, señala que ya
han pasado 20 años y la metrosexualidad alcanza su 2.0.: ha abandonado su
interés en la ropa para hacer del cuerpo el accesorio definitivo, con
estilizaciones tales como musculatura, piercings y barbas retocadas. Spornosexual refiere al nuevo énfasis en lo sexual de la metrosexualidad,
de modo que redes sociales, selfies y
porno canalizan el deseo masculino de ser deseado. Por cierto, en ambos
artículos se señala su potencial de consumo y ventas.
SPORNOSEXUAL = deporte + porno
+ metrosexualidad.
Retomando el análisis queer que
me caracteriza, considero que debemos mantenernos críticos ante las identidades
que son presentadas por los medios de comunicación para resignificar lo ya
existente. Novedades a un lado, su principal contenido político refiere en
realidad al consumo, constituyéndose a través de ello como objeto de deseo (lo cual es, irónicamente, otra forma de consumo). Por seguro, nuestras prácticas
socio-económicas están dando lugar a la emergencia de nuevas masculinidades y no
debe sorprendernos que algunas de estas nuevas masculinidades concluyan en
cuerpos estilizados por el deporte y el consumo, como objetos de deseo. Al
respecto, nuestro análisis puede ser una condescendiente descripción, o bien una
reflexión sobre su función y sentido; posicionando puntos de vista.
Todo ello me recuerda a mis
primeros años como estudiante de psicología, en donde se nos repetía que la
mera re-significación de algo no es una explicación, sino una tautología. Poner
nombre a algo que ya ocurre no dice ni explica nada, sino aquello nombrado es,
precisamente, lo que debe ser explicado. Sin embargo, lejos del ámbito
académico o político, alguien escribe sobre masculinidades pro consumo y su
productos se extienden por los medios como pólvora.
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